Pasos de Elefante
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          Historias de Amor

¡Pero si es sólo una amiga!

19/1/2013

 
Eso me decía un ex novio, ya muy lejano, cada vez que yo le manifestaba mi incomodidad por la cercana relación que mantenía con una compañera de trabajo. Tan hábil era él, y tan boba era yo, que lograba hacer maromas increíbles para que después de explicaciones pedidas terminaría yo con un nudo en la garganta y culpándome de remordimiento.

- Pero  cómo te atreves-,  me decía sin sonrojarse. Ella es mi mejor amiga desde que entré a trabajar acá, sólo eso. Además ella sabe que tú no la quieres, y eso que no te ha hecho nada.
La historia era así: yo llevaba un tiempo considerable con este personaje y él llevaba un tiempo de considerable amistad con esta otra princesa. No digo que los hombres no puedan tener amigas, mucho menos los novios de uno, pero existe, lo que podríamos llamar, grados de amistad. Y este fue dando, de a poquitos y antes mis narices, una transformación peligrosa hasta quedar convertida en lo único que podía: un par de cuernos que colgaban, sin disimulo y ante los ojos de todo el mundo, de mi pobre frente.


Por ejemplo, yo llamaba a mi ex novio un martes en la noche y le preguntaba dónde estaba y él, sin temblor en la voz, me decía, en cine, y yo, ¿con quién? y él  con mi amiga. De nuevo: no digo que uno no pueda ir a cine con los amigos, pero ¿tres de los cuatro martes del mes?


El exceso de crispetas no era lo único sospechoso, estaban también las acompañadas a comprar zapatos, léase  bien, za-pa-tos!! Eso es casi peor que ir a un motel! porque ese sí es un plan muy aburridor para un hombre y creo, la mayoría, sólo estaría dispuesto a aguantárselo  por tres razones:
  •  Porque es el amigo gay
  • Porque es el novio o marido de uno y entonces le toca
  • Porque está en un plan de conquista muy bravo

Y yo, que explotaba en iras de mil colores, terminaba cual perrito regañado con papel periódico después de las justificaciones de este mago, porque ¡eh Ave María, si era un mago! Entonces me decía.

- Cómo dudas de mí! ¡Esto sí no lo voy a permitir! Tienes que saber muy clarito que no voy a dejar que impongas límites a mis amigos, eso sí no, eso sí no.

Y remataba:

- Además, mi amiga tiene novio. ¡Y se van a casar! (Jajjaja, aquí tengo que hacer este paréntesis para reírme y preguntarme, ¿qué será de la vida de ese pobre hombre? el ex novio de ella me refiero, ¿qué cuenticos le habrán echado? ¡Qué pecao!)

Después de esas actuaciones magistrales entraba yo en duda. ¿Será verdad? ¿Será mentira? debe ser que lo estoy asfixiando mucho, la vieja esa me cae como un zapato y todo, pero no, imposible, tiene novio y se va a casar, no, no, no,  no puede ser tan descarada con anillo en mano!

Y una vez más: es cierto que uno no puede dejar de tener amigos ni círculos sociales propios porque se cuadra o se casa. Y mucho menos sacrificar amistades porque no son del agrado del otro, pero lo que uno sí tiene que entender, y es una concesión dada precisamente porque, al establecer una relación uno ya está ganando al mejor de los amigos, es que mientras asuma ese compromiso debe regular sus planes, establecer límites y saber, precisamente,  quién es su prioridad.  Por ejemplo, cuando uno está cuadrado tiende a comportarse de la siguiente manera: 

Cine: novio/a
Café: amigo/a
Almuerzo: amigo/a
Comida: novio/a
Paseo: novio/a
Comprar zapatos: NOVIO!!
Llamada al amanecer: ¿de verdad tengo que decirlo?

La relación terminó carcomida por este y otros graves problemas. Pero hasta el último de los minutos don mago me juró, me re-juró sobre las cenizas de todos sus difuntos que ella era solo una amiga, una amiga y nada más, y que yo realmente debía estar muy mal como para ponerlo en duda.

Nos demoramos más en decir adiós que Facebook, mi querido Facebook, en confirmar mis sospechas: salieron del closet los desgraciados! Ahí estaban, etiquetados en una foto, de mucha cogida de mano, de mucho beso, de mucho pepito perez is now in a relationship.

-  ¡Lo sabía! ¡lo sabía! gritaba yo, ahí si cual loca, cuando los vi. Ahí están pintados este par!! Es que me vieron la cara de imbécil…

Creo que pocas cosas me han dado tanta rabia en la vida como haber visto esas fotos. No porque el  personaje me causara ya algún sentimiento sino por el descaro absoluto ante el que estuve todo ese tiempo, y la habilidad, pasmosa, con la que fue capaz de hacerme dudar, como encantando una serpiente.

Desde entonces aprendí una lección imprescindible para las relaciones de pareja: no existen los mejores amigos. Y en las mías los prefiero a metros. Ya sé que me van a saltar varios, ¡Ay, no, cómo se te ocurre, fulanito es mi amigo y nada más!, ¡Ay, no, a fulanita la conozco desde que somos chiquitos!, ¡Ay, no, ya porque le pusieron los cuernos se le daño el chip de la amistad!

Las amistades pueden mutar fácilmente y no hay nada de malo en ello mientras  los dos estén solteros. Pero engañar a un pobre tercero con el cuentico chimbo de que es que es mi mejor  amigo y no te ha hecho nada, no sé porque no te cae bien….no, eso sí no.  Piensen y verán, que por lo general, en esas amistades tan estrechas uno de los dos siempre le tiene ganas al otro.

Ahora: yo tengo muchos y muy buenos amigos. Los estimo, los aprecio, los quiero como mis amigos. Cuando estoy soltera me puedo ir con ellos de paseo, a cine o a comer pero cuando estoy cuadrada, y por respeto a mi novio, es mejor que vayamos a almorzar. Tengo muchos y muy buenos amigos pero ninguno tan cercano como para pedirle que me acompañe a comprar zapatos.

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